31 de mayo de 2010

La Estereotipadora: Rojo es un Color


Hay una tierra
allá lejos
que siempre ha dicho
el rojo es el infierno

Queridos amigos
el rojo
es un color

Aquella tierra era de gente
gente peleadora que peleaba con gente
Hijos de reyes debían ser
Pues parecían creer
que a su sangra azul la iban a ver


Dejando el absurdo rimeo
Ellos han actuado de ejemplo
para el resto del mundo
el cual es bastante extenso

En una tierra
acullá lejos
enarbolaron bandera roja
y ese lugar fue un infierno

Queridos amigos
el rojo
sólo es un color

Por allí eran los rojos
adoptaron abruptamente un comportamiento social
que no soy quien para contar
pero algo anduvo mal
y fue todo caótico
y las calles pintáronse de rojo


Allá lejos
había una máquina futurista
la "estereotipadora"
el rojo no tiene corazón

Aquí allá y acullá
El rojo tiñó las caras de la ira
El rojo tiñó las caras de la vergüenza
Pero se equivocan
si pintan al amor de rosa

Queridos amigos
El rojo
Es sólo la mínima refracción de la luz que somos capaces de ver

Por doquier el amor es ROJO
A los pigmentados de negro
A los pigmentados de marrones
A los despigmentados
Les corre sangre ROJA


La lava que nos consume
es roja
El sol que nos da vida
es rojo

El amor nos tiñe
de rojo por dentro
El odio nos tiñe
de rojo por fuera

A primera vista
los errores son iguales a cualquier acierto
ROJO no significa nada
más que
el modo
en que
impactan
fotones
en tus
ojos

18 de mayo de 2010

Detrás de las noches

Acompáñense con White Shadow del segundo álbum solista de Peter Gabriel:

Envuelto en el terciopelo de la noche
No hay frío que valga
Siento por todo mi cuerpo
El candor de miles de objetos poéticos

Y pequeños destellos
Me hacen alucinar soledad
Durante los destellos
Estoy rodeado de realidad
Frío, solo y duro

El tiempo infinito es contenido por mí
Lo abrazo con toda mi carne
El espacio limitado se extiende demasiado
Y siento que viajo constantemente

Un pitido atraviesa mi cabeza
Como una flecha
Mis ojos sangran
Mis oídos sangran
Mis labios sangran

Mi lecho está junto a mí
Sé que debo asesinar este día
Y aún acabo de vivir tanto
Tanto más que en las tantas horas precedentes
Si yazgo, todo explotará dentro de mí

También hay un mundo maravilloso
Cuando se cierren los ojos
Pueden ser praderas o bosques
O nubes y estrellas entre rayos de sol

Sé que acabo de encontrarme conmigo nuevamente
Y asesinar al día es despedirme de él por siempre
Sé que despertaré mañana pero no seré yo
Será alguien más que no se reconozca en sí mismo
Siguiendo una línea trazada por un Dios que no es él

Los animalitos más bellos y los mostruos más horrorosos
Me han cobijado en estos momentos tan míos
Temen que me vaya pero deben considerar que
Junto a ellos volveré una vez y por todas

Me despido de ellos
Mi boca amplia
Mis ojos pequeños

9 de mayo de 2010

Capacidades Diferentes

Hoy, han colisionado mis dos mundos.

El día de hoy me he dado muchos lujos que jamás me había permitido en tamaña forma y cantidad. No puedo precisar los hechos, sólo referírmeles con términos generales. Pero realmente he desempeñado el rol de un hijo de puta desconsiderado, el de perdedor incomprendido, y todo eso siendo sólo ejemplo del mundo externo.

He dado a mi ser lo que anhelaba, aún consciente de no poder asumirlo y apropiarlo en el tiempo; me he satisfecho y dado rienda suelta apoderándome del espacio todo.

He enfrentado a mi ser con lo que más le avergonzaba, he agachado la cabeza y dispuésto a rendirme ante el tiempo; me he aceptado como el lamentable y débil ser que soy.

Y cuando termina el día
Explota dentro mío toda una realidad

Vuelto a mi caverna, dejando a la metralla escarbar mi carne, me encuentro frente a frente con las raíces intelectuales de mi familia. Me enfrento a un factor, externo así es, que activó una maquinaria interna de tal manera que a la vez pude ser consciente de qué estaba ocurriendo y cómo.

Así es cómo me entiendo de dos formas
Acepto de mí toda la debilidad de mi cuerpo para hacer frente al mundo físico, a la densidad de las cosas
Y acepto de mí la capacidad de dominar el mundo ideal, ideológico, torbellino dentro del cual me encuentro. Porque ya es una realidad a mi consciencia, soy capaz de comprender y responder a partir de esa comprensión y obtener algo deseado. Puedo, en cierta medida (importante medida), hacer que las cosas se muestren como son a mí.

Puedo
No es más que una esperanza
Puedo también perfeccionar esas capacidades
Puedo
No es más que una esperanza
Pero ya tengo algo de mí por seguro
Puedo

2 de mayo de 2010

En-sueños

El tercer cuento hecho alguna vez por mí, sin demasiadas pretenciones. (no recuerdo si nació de alguna canción)

Todas las noches, esa melena roja se apoya en la almohada y esos ojos verdes se clavan en el techo de ese pequeño y acogedor dormitorio. Todos los días, esa cara delicadamente pecosa se fija en los mismos rostros que siempre transitan los pasillos de su colegio. Recientemente, ese delicado corazón palpita con inusitada voracidad.
Recientemente un chico se unió a su clase y pasa por su lado como si ella no existiera.
Todas las noches, desde entonces, sus verdes ojos apuntan al techo pero miran una realidad lejana. Un prado, cielo celeste, pasto verde y ese niño tan simpático caminando a su lado.
La fantasía se desarrolla como ella quiere pero, a medida que el sueño la va atrapando, la fantasía va cambiando. La realidad que esos ojos cristalinos miraban a través del concreto cielo raso se torna cada vez más posible, una oscura realidad como la oscuridad que la envuelve. Sus ojos, cada vez más brillantes por el líquido que se acumula, están mirando ahora como ese muchacho, que antes sujetaba apasionadamente su mano, se va alejando.
El rostro del niño se endurece. El celeste cielo se torna anaranjado, no como el ocaso, más como el infierno. Los ojos verdes de la niña derraman agua salada mientras tratan de enfocar los ojos rojos y malignos del, antes angelical, ahora demoníaco ser.
Luego de contemplar esta escena desde su dormitorio, empieza a sentir que esa realidad la envuelve. Está adentro y la presencia de ese demonio se siente en la piel. El pasto seco, el aire enrarecido. El joven, sin hacer contacto con la niña, la daña profundamente. El joven se retira incendiando todo a su alrededor. La niña respira con mayor dificultad a cada paso que se aleja el muchacho. Ella cree que está a punto de ahogarse, sus pulmones agarrados por una morsa. Finalmente, se tumba en el camino rocoso. Siente la dureza del suelo.
Despierta, las sábanas pegadas al cuerpo. Eso parecía completamente real, fue real. Había sentido el calor que le quemaba la piel, ¿O no?
Nuevamente apoya la cabellera roja sobre la almohada, intentaría dormir.
—Mejor no pensar —pensó.

1 de mayo de 2010

El Último Viaje

Otro cuento, mi segundo cuento, inspirado ahora en la canción "Encapuchados" de Bersuit Vergarabat


Termina una sangrienta guerra. No puede dejar ese cuerpo tirado, mucho menos después de todo lo que sacrificó ese sujeto por él. Decide llevarlo hasta el pueblo más cercano. Aún no tiene idea de que hacer con el cuerpo pero se siente en deuda ¿Cuánto queda por caminar?
Está arrastrando ese saco de carne medio apoyado en su espalda, empieza a oler mal pero eso sólo le recuerda a quien le debe la vida. El sobreviviente oye el ruido de agua fluyendo, una oportunidad de humedecer su garganta. El sonido aumenta pero el trecho que lo separa del arroyo parece ser eterno.
Para no sufrir la ansiedad, entretiene su mente recordando por cuanto pasó en estos últimos días. Hace una semana que acabó la guerra, él y su amigo eran los únicos que se salvaron. Hace cinco días, él es el único vivo.
Siente el agotamiento y el arroyo parece no asomar aunque el sonido del agua intenta limpiar su mente.
Hace cuatro días tuvo que huir de una manada de lobos. Cuando dejaron de perseguirles, sus piernas estaban como gelatinas. Ayer tuvo que rodar por una colina. No miraba hacia atrás, caminaba y caminaba. Algo le decía que faltaba poco para que el camino termine.
Los árboles se separan y se deja apreciar los destellos de luz que refleja el agua cristalina. Se dispone a tomarla apoyando el cuerpo de su amigo a un costado. Cuando sus dedos tocan el agua, siente que no tiene control sobre su cuerpo. Mira hacia un lado y ve que el muerto es arrastrado por la corriente. No aguanta más el peso de su propio cuerpo. Se deja caer y, sin saber por qué, sonríe.
Hasta aquí llegó, el camino terminó.

Más allá de la pared del desvelo

Los garabatos como llamas consumen las hojas en blanco. Las venas se ahorcan con cada frenético movimiento que persigue una idea como a fueg...