29 de junio de 2011

Mistreated

(Blackmore/Coverdale)



I've been mistreated
I've been abused
I've been struck down-hearted, baby
I've been confused

       Cos I know, yes I know
       I've been mistreated
       Since my baby left me
       I've been losing my mind

I've been lonely
I've been cold
I've been looking for a woman
To have and hold


       Cos I know, yes I know
       I've been mistreated
       Since my baby left me
       I've been losing, I've been losing
       I've been losing my mind

I've been mistreated
I've been abused
I've been looking for a woman
I've been confused

       Cos I know, yes I know
       I've been mistreated
       Since my baby left me
       I've been losing, losing
       I've been losing my mind

26 de junio de 2011

El Reverso

Hola
Vengo a destruir tu universo
Tus ojos harán foco en este punto del espacio que soy
Tus oídos asociarán y buscarán todo de mí
Tu piel temerá mi impacto y tu boca sudará saliva

Hola, me oís
Me pronuncio sobre vos y me recibís con terror
es que ya sabés que destruiré tu universo
Mis palabras abren puertas en tu imaginación
Los umbrales dejan entrever paisajes de terror o pasión

Hola, es la única palabra
No habrá despedida porque no hay otro sitio
Sentís la desperanza al descubrir que ya destruí tu universo
Renunciaste a todo al oírme hola
Ya nada será igual y este será tu único lugar

20 de junio de 2011

Sábanas, frazadas, cubre-cama

¿Sos capaz de contar aquellos sueños? Quizás puedas pedir al tiempo erosionar los ásperos recovecos, pero conocés el riesgo de que todo vuele con el olvido.

Volvamos a ese tiempo al que nuestros átomos ya no pertenecen. Los destellos detrás de ambos párpados te figuraban varias personas, todas ajenas. Un anuncio televisivo en un lugar presuntamente familiar. A medida que te acercás, te apropias de todo y ya no es ajeno, es propio. Estás ahí con los demás y el invariable número de gente no deja otra que que seas uno de los que veías desde lejos momentos antes ¿Pero cuál? A cada instante deja de importar porque ya estás siendo otro de esos.

Comenzás a reparar en el terreno; por aquí, terroso, pastoso; por allí, lodoso, pantanoso. No hay orilla y ya es el río, el ancho río o el mar de la desembocadura argenta. Pero incoherente flota a la deriva una miniatura del Perito Moreno, frío, indiferente, nadando paciente al sur. Algunos están parados por ahí, con el agua por la cintura, entre briznas de pasto.

Se hablaba de algo, se compartían distintas ideas pero estando de acuerdo. Se comenzaron a desplazar entonces, viendo las vías pasar por un puente, hasta la ladera de una colina que tal vez fuera montaña. Teniendo un camino angosto, cercado, con alambres de púas, recorriendo el costado de la ladera; un sendero de montaña de la España del ’30 recién sacado de algún cuento bélico de Hemingway. Y te acercabas adoptando nuevamente el principio omnisciente de flotar y recorrerlo todo con un vistazo, siendo entonces y recién entonces cuando te hacés la gran pregunta. Rodeás así el camino cercado mientras los demás encuentran la forma de encaminarse por dentro de él y te das cuenta que quedaste afuera, y te agarrás del alambrado con veinte dedos, y trepás encontrándote con que no sabés cómo vas a pasar el alambre de púas que hay por encima, y te ayudan logrando que logres pasar el cercado. Y ya entonces te hacés la gran pregunta por segunda vez.

¿Todo esto no será un sueño? Para que con esta patada de la consciencia visites la vigilia chapoteando un charco febril. Después te perderás (porque así fue) en otros sueños ya más auxiliados por la vigilia donde atribuirás tus capacidades omniscientes o superpoderes que dominas con toda tu voluntadvigílica. Así visitás lugares mucho más familiares, no vagamente familiares. Así no falta coherencia a las calles del vecindario y del centro, aburridas como la vigilia misma, que son sólo intervenidas por maleantes de semblante inteligentemente malicioso (cual porteño de ley) fácilmente sorteables mediante el ejercicio de esa voluntad de poder despabilado que te remonta en vuelo por sobre tus pasos, alejándote de ellos gracias a la memoria de un cuerpo-realidad arrebujándose consentidamente en el sofocante calor febril de sábanas, frazadas y cubre-cama.

Más allá de la pared del desvelo

Los garabatos como llamas consumen las hojas en blanco. Las venas se ahorcan con cada frenético movimiento que persigue una idea como a fueg...