16 de julio de 2013

Cosas que te puedo decir

Hay alguien mirando por la ventana. Mira con miedo ¿Qué quiere? No tiene miedo de que lo descubra, ya sabe que lo descubrí. No es una amenaza, al menos no lo siento como una amenaza. Sé que está ahí mirando y que no hace otra cosa. Pero tengo la fuerte sensación de que espera algo. No me molestaría si estuviera esperando que pase algo, no me molestaría que esperase verme tropezar o humillarme de alguna manera. Lo que me molesta es que no parece esperar nada de eso, parece esperar que yo haga algo. Es igual a mí, innegablemente soy yo en un futuro. Y si digo que él tiene el miedo reflejado en la cara debería decir que a mí se me reflejará el miedo en la cara ¿Pero por qué? ¿Qué teme?
No es la primera noche que me mira por la ventana, por eso puedo hacer todas estas observaciones. Pero es verdad que no me asusto, esa familiaridad en sus rasgos lo hace imposible ¿Cómo puedo asustarme de mí mismo? No me asuste la primera vez y la verdad es que solamente con el paso de las noches me ha puesto cada día más nervioso esa sensación de que espera de mí que haga algo. Pero ya me acostumbro y me puedo dormir, tal vez con incomodidad, pero ya mis ojos se cierran. Sé que estás ahí, pero voy a dormir igual. No sé qué querés de mí, pero voy a dormir.

Más allá de la pared del desvelo

Los garabatos como llamas consumen las hojas en blanco. Las venas se ahorcan con cada frenético movimiento que persigue una idea como a fueg...